había que subir antes de que el sol se pusiera, buscar un sitio y fotografiar a La Alhambra, Dicho así hasta yo me creo que está chupado, pero no, hay que sudar un poco subiendo por las diferentes accesos de llegar al mirador, te tropiezas con gentes que bajan otros como tu, suben. Ya con la lengua por fuera pregunto a un poli, amablemente me indica de que aún me faltan unos metros, mas lengua fuera, pero más emocionado si cabe aún, diosssss que gusto llegar a lo alto.
Mientras subía, observo a unas parejas ya entradas en años, iban haciendo su peculiar ruta cultural, decía uno al resto del grupo, " estos patios que ven aquí llenos de flores, su pájaro etc etc, esto aquí se llaman Carmenes" así que ya lo saben , si tienen un patio de este tipo, tienen ustedes en casa una Carmen, vaya como un Mercedes.
Una vez llegas a lo alto, uno parece que resuella, pero al mirar frente a ti, digo al frente porque podrían mirar para atrás, allí está majestuosamente La Akhambra, a uno le da la sensación de que aquello está vivo, que está esperándote a que le veas y le llenes de piropos.
Aquello está lleno de gente, hay gitanos cantando, alegran la tarde, a veces parece que con su canto le quieren decir a la Alhambra, eres andaluza, peo bien sabe la Alhambra que por sus venas corre sangre Nazarí.
Hago las fotos y bajo, esta vez, aunque es de noche, me dejo llevar por el serpentín de sus callejuelas, de pronto aroma a Jazmín, ahhhhhhhhh que rico, estoy en Granada
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