Un bautizo me llevó a Benalmádena, un pueblo situado dirección a Cádiz, su casas blancas y sus construcciones destinadas al turismo, fue lo que pude ver desde la parte alta de este lugar, una iglesia rodeada por un pequeño jardín desde donde se divisa toda Benalmádena.
Saliendo de Benalmádena nos encontramos con una Stupa budista tibetana, evidentemente nos pasamos a echar un vistazo, un buda con una mirada preciosa. En su interior se respira paz y serenidad, desde el exterior podemos ver una buena vista del lugar.
Muy cerca de Benalmádena está Mijar, un pueblo situado en la montaña, prueba de ello son los burros taxis que antaño era lo que permitía llegar al lugar
No podía irme de Málaga sin despedirme comiendo en Tintero, un inmenso restaurante donde la especialidad es el pescadito frito y su peculiar estilo de vender servir las mesas.
Abandonó Málaga con el pequeño estrés de llegar a la estación de Guaguas , una vez montado en la guagua viene la serenidad.
Todo el viaje por autopista, con un paisaje de olivos alternándose con otros cultivos, según abandonamos Málaga. El paisaje es casi llano con algunas montañas en el fondo, el buen tiempo continua y yo voy al encuentro de Granada
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