martes, 21 de septiembre de 2010

Cordoba

Mi regreso a Córdoba fue muy cómodo, estos trenes de hoy son una maravilla, aunque por mi punto de vista, las conexiones con algunas provincias andaluzas,  deja mucho que desear.
El viaje de regreso dura menos de una hora, me llamó un amigo que me fue dando chachara hasta llegar a Córdoba con lo cual ni me enteré del viaje.
No se que me pasa con Córdoba, pero no termina por entrarme por los ojos, a pesar de que es una gran ciudad, con todos sus monumentos históricos, gentes por todas sus calles y luz, no me termino de adaptar.
La ciudad tiene un aspecto como sucia o abandona, por ejemplo en algunas calles de Sevilla había olor a caca de perros, aquí no pero tiene esa sensación un poco de abandono.
Podría ilustrar con algunos ejemplos que la población tampoco está muy puesta  en eso de que hay que mantener limpia la ciudad, la parte que más cuidada tienen, evidentemente  es la judería pues es su fuente de ingreso.
Ay con Carlos como se nota que maneja la pluma, enseguida salta usted con la crítica, no ve que esto para mi, es como le pasó al Quijote, que cualquier tren me es un stres. Vaya si solo fuera lo de la tirita, pero mire, le voy a recordar que cuando viaje, no solo se preocupe por la tirita también por una aguja, para que pueda romper la bolsa.
Don Felipe, estoy yo bien como para subir a un tablado, grrrrr, lo del cine de los realejos eran otros tiempos y yo más joven.
Bueno mañana toca ir a ver piedras, a Madinat al- zahra. sean buenos si podeis, aqui sigue el calor. besos para todos todas.



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