Camino de regreso a Bilbao, recalamos en Castro Urdiales, un pueblo que me hubiera gustado tener más tiempo para pasear, comer y un buen baño
Incluso pasar un día de playa en este lugar debe de estar muy bien, las tapas las pudimos degustar y estaban de muerte, a unos precios más bajos que el País Vasco,
Aquí las imagenes
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